“Los caminos se han hecho para llegar, pero los senderos para recorrerlos”. Por eso no nos preocupa el final de nuestro viaje, sino la forma en cómo lo transitamos y lo que generamos en su trayecto.
Cada palo amarillo que pasamos, marca en los árboles que transitamos, pendientes que superamos, cerró que escalamos, o tropezón que asimilamos, nos fortalece para seguir adelante. Los esfuerzos físicos para alcanzar el fin del camino, se trasladan equitativamente al plano de las ideas y de los sueños, y acá podrás ver que tan decididos estamos para lograr nuestros objetivos.
NO SOLO VIAJAMOS. NO VIAJAMOS SOLOS.
Como sabrán hace 5 meses que emprendimos el viaje. Hemos conocido, escuchado y aprendido mucho, y por suerte nos queda muchísimo más para descubrir lugares, historias y personas.
Actualmente estamos en el km 2211 de la ruta 40 (en San Martín de los Andes), pero no se dejen llevar por ese dato porque hemos comenzado desde el final de la ruta 3 en Ushuaia (la “ruta azul”), para luego en Santa Cruz arrancar desde cero la ruta 40, intercalando con toda la costa de la ruta 3 e infinidades de rutas provinciales, de ripio y caminos inexistentes que solo se recorren con GPS o mejor aún con un baquiano de la zona (si ya probaron con el aparatito les recomendamos ponerse en contacto con lugareños).
No es un “típico” viaje, ni son vacaciones, estamos viajando con consciencia, investigando y difundiendo los buenos ejemplos que SI existen. No somos ambientalistas negativos, somos críticamente optimistas.
Estamos profundizando las visitas a las localidades en las que arribamos, visitando a los encargados de la gestión de los residuos (ya que “no se puede pensar por separado, son temáticas que van unidas si queremos realmente un cambio profundo y duradero en el turismo”), los distintos programas que llevan a cabo, su situación respecto a la generación, separación en origen, almacenamiento, recolección, tratamiento, disposición final y concientización del tema residuos y comunidad.
No nos sorprende casos de iniciativas privadas o personales que dieron los primeros pasos para el siguiente acompañamiento y profundización por parte del municipio, es más es eso lo que buscamos, por ejemplo: en Villa La Angostura el Jardín de Infantes nº 26 “Las Frutillitas” por iniciativa propia hizo el contacto con una empresa para canjear las botellas plásticas que recolectaban por juegos infantiles reciclados. Ese fue el comienzo para que desde la municipalidad hicieran lo mismo pero a gran escala canjeándolo por “madera-plastica” ya sea para carteles viales como para otros usos.
Hay muchos más ejemplos por comentar y muchas acciones por hacer tanto desde el sector público como del privado, necesitamos el compromiso de la comunidad y de los gobernantes para pensar a futuro, pensar en los hijos y en los nietos. ¡Pero ojo! Como nos pasa a nosotros con Iniciativa Imagine, no nos podemos quedar en solo pensar, en solo “ideas”, debemos pensar para HACER.
Por eso podremos recorrer grandes distancias, “sumar millas” y kilómetros, pero el objetivo central es acortar las distancias, tanto físicas como morales. Estamos para achicar los discursos vacios y las acciones inconclusas con la realidad, buscando evidenciar la existencia de personas sin márgenes entre “lo dicho y lo hecho”.
“TU PUEDES DECIR QUE SOY UN SOÑADOR, PERO NO SOY EL ÚNICO, ESPERO QUE ALGÚN DÍA TE NOS UNAS Y EL MUNDO VIVIRÁ COMO UNO SOLO” (John Lennon)
Como podrán ver nos quedamos sin tarjetas personales (volaron todas), pero como somos viajeros conscientes esta última “tirada” LAS HICIMOS ARTESANALES. Con cartón de una verdulería amiga de Esquel y unas lapiceras como materia prima solo fue cuestión de poner la creatividad en el papel, así que quienes tengan nuestros futuros contactos, no solo sabrán cómo encontrarnos sino que le habremos dado “una parte nuestra”.