FLORENCIA
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Eco Artesanía en Puerto Natales
Cuando comencé con la idea de hacer un blog sobre los lugares que visito, las empresas y organizaciones que llevan a cabo prácticas responsables con el ambiente y en definitiva todo lo que está ocurriendo en materia de sustentabilidad en el turismo regional, me encontraba de viaje laboral en San Martín de los Andes, aún sin una idea exacta de cuál sería mi próximo destino.
Hoy día, un año después, con la certeza de haber encontrado el lugar soñado para vivir y como dice aquel poeta Mario Moreno, "En ti no nací y te quiero", refleja mi pensar y sentir actual en este mágico paraje patagónico llamado Puerto Natales. Para los que aún no lo conocen, Puerto Natales es la capital de la provincia de Última Esperanza, situada bien al sur, casi que se cae del mapa, en la XII Región de Magallanes y la Antártida Chilena. Sus características, más de pueblo que de ciudad, encierran las tradiciones típicas de una población de aproximadamente 20.000 habitantes que ha sido testigo de variadas corrientes migratorias y diversas culturas las cuales han influido haciendo que sus pobladores cuenten con hábitos adquiridos de los inmigrantes chilotes, europeos, y de la corta distancia que separa esta tierra de la hermana Argentina. Entre los pobladores locales, conocí a Daniela Paz, una artesana autóctona, nacida, criada y que sigue eligiendo día a día a Puerto Natales como su lugar para vivir y trabajar, más allá de las adversidades propias que trae aparejada la vida diaria en esta región, enfrentando la lejanía, el frío, el viento y las pocas horas de luz en el invierno. Arte Sana: Daniela Paz Quezada Barría es la creadora de la marca Hijos de la Patagonia una iniciativa local que nace por casualidad, en propias palabras de la artesana, intentando representar a través de piezas únicas hechas con materiales, en su mayoría reutilizados y transformados, la verdadera sencillez y etnia heredada de los pueblos originarios de estas tierras en el pasado. Luego de su paso por la Universidad de Magallanes, incursionando en la hotelería y el turismo, Daniela comenzó a trabajar en el pueblito artesanal local, donde conoció mucha gente y redescubrió su verdadera pasión y talento innatos. Tras dos años de arduo trabajo, decidió desvincularse y lanzarse al mercado laboral por sus propios medios. Con mucho esfuerzo y más creatividad que recursos, esta auténtica artesana local ya lleva 12 años de carrera en ascenso y un bagaje de cientos de creaciones, desde llaveros; eco máscaras; eco bolsos, carteles y señaléticas; eco puff, hechos con neumáticos en desuso; hasta las figuras estrella de su colección: los autoctonitos y autoctonotes, confeccionados con maderas nobles como la lenga, el ñirre, el ciprés e inspirados en diseños de las etnias patagónicas ancestrales. |