Del 4 al 6 de abril, el Club de Observadores de Aves Diucón Comarca Los Alerces de Esquel festejó sus 3 años de actividad con variadas propuestas referidas al mundo de las aves. Documentales, actividades para los más chicos, charlas y talleres formaron parte del festejo, con cena de camaradería y salida de campo incluídas. A los festejos se sumaron muestras fotográficas en el Centro Cultural Melipal en Esquel y en la 1º Feria de la Producción en Trevelin, exponiendo primeros planos y planos enteros de aves avistadas en la zona y en salidas a diferentes destinos del sur y el norte argentino.
Patagonia es una región argentina por excelencia para la observación de aves, tanto en zonas andinas como costeras y, gracias a este grupo de apasionados por las aves logramos conocer reservas naturales y más lugares hermosos de la cordillera y la estepa chubutense. El Arroyo Cascada fue el escenario de nuestra primera observación de aves en el marco del 52º aniversario de la Radio Nacional Esquel en noviembre, también llegamos al Área Natural Protegida Laguna Aleusco en diciembre al que le sumamos el Curso Intensivo de Observación de Aves Silvestres con avistajes en Laguna Carao, Alto Río Percy y Arroyo Pescado, y Cañadón de Bórquez y Laguna La Zeta en una salida abierta a la comunidad en febrero. El Área Natural Protegida Piedra Parada fue el escenario de la salida de campo por el aniversario del COA, un lugar imponente y místico que no habíamos conocido hasta ese día.
La observación de aves es una actividad de bajo impacto que nos permite comprender el comportamiento de otros seres vivos en su hábitat natural; nos convierte testigos de las relaciones que ocurren naturalmente en los ecosistemas impulsándonos a caer en la cuenta de que como seres humanos somos sólo una parte de este maravilloso mundo de vida en la Tierra.
Observar aves es permitirnos nuestra presencia transitoria en ecosistemas naturalmente dotados de vida para subsistir en equilibrio sin nuestra mínima intervención para ello. Observación aves humaniza, sensibiliza transportándonos al lugar al que también pertenecemos naturalmente y del que nos hemos alejado buscando alcanzar y demostrarnos superioridad.
Que este Club de observadores apasionados cumpla muchos años más, esperamos seguir acompañando su pajareo para seguir aprendiendo cerca de las aves y conociendo más lugares hermosos de la cordillera y la estepa del Chubut.
¡Las dulces golondrinas que en invierno se van y que dejan el nido abandonado y solo para cruzar el mar!
Cada vez que las veo siento un frío sutil... ¡Oh! ¡Negras avecillas, inquietas avecillas amantes de abril!