La ciudad de Esquel se encuentra al Noroeste de la provincia de Chubut, rodeada por cordones montañosos y lagunas, atravesada también por el arroyo homónimo. Con más de 40.000 habitantes, mantiene en sus entrañas una historia de movimientos sociales que se revaloriza con el tiempo y que siempre estalla en los momentos conflictivos. |
En el libro “Esquel… del sismo al NO a mina” , Oriola detalla que la primera noticia del emprendimiento minero que tuvo la ciudad fue el 4 de Junio de 1997 en una publicación del Diario El Oeste, con un mensaje “alentador” y con mucha expectativa por parte de los habitantes de Esquel.
Entre 1998 y 1999 se dieron a conocer de manera global ciertas características de la explotación de oro en la zona cordillerana. La empresa Brancotte de capitales mayoritariamente ingleses habría comprado un campo particular detrás del Cerro 21, cuyos derechos serían vendidos a la canadiense Meridian Gold. |
A mediados del año 2002 las instituciones locales empezaron a tomar protagonismo de la situación que se vivía en la ciudad. Desde la Universidad Nacional de la Patagonia se creó la Cátedra Abierta de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable, cuyo objetivo no sólo fue democratizar la información referida a puntos positivos y negativos del proyecto, sino también crear un espacio de libre diálogo, “sacar” la Universidad a la calle y brindar un mensaje sencillo y claro a la población.
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El 4 de Diciembre de 2002 la empresa minera tenía previsto analizar en audiencia pública el estudio de impacto ambiental de su proyecto, pero por la presión popular fue postergado por el gobierno de Chubut, y es por ello que todos los 4 de cada mes hasta el presente se conmemora esa fecha marchando por la ciudad.
Fue en Febrero de 2003 que, también por el empuje de la gente, el Consejo Deliberante de Esquel decreta la ordenanza 03/2003 llamando a Plebiscito (consulta popular no vinculante y obligatoria) a celebrarse el 23 de Marzo de 2003, para la aprobación o rechazo al proyecto minero. |
El historiador Jorge Oriola concluye que” dentro del NO a la mina hubo muchos NO: no al saqueo, no a la vieja política, no a la corrupción, y también se abrió el frente a otros NO como es el NO al Fracking y el NO al desmonte para sembrar soja”.
Pero, ¿son todos NO o hay algunos SÍ? La respuesta es positiva y viene de la mano del turismo, pero de un turismo sustentable y no el tipo de turismo que relata Oriola en su libro: “el turismo minero que se quería realizar consistía en llevar a los turistas a obtener fotografías durante las explosiones. Todo un espectáculo de la destrucción del paisaje”. |
El “NO a la mina” puso la temática del cuidado del ambiente en la agenda de la ciudad y propició la concreción de diversas políticas como la creación de la Subsecretaría de Medio Ambiente de Esquel, el saneamiento del basural a cielo abierto, la GIRSU Esquel (Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos) con la instalación de una planta de tratamiento y un relleno sanitario, la recolección diferenciada y el primer “Punto Limpio” de la provincia.
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También desde la Secretaría de Turismo de Esquel se implementaron diferentes acciones de turismo Sostenible dentro del programa “Esquel cuida tu naturaleza”, como es el “Sello Verde Esquel” (una distinción otorgada a empresas que demuestren la implementación de diferentes acciones amigables con el ambiente) y el “Pasaporte Verde Esquel" (una guía de sensibilización ambiental destinada a turistas comprometidos, en la que calculando su huella de carbono podrán compensarla eligiendo a emprendimientos responsables y realizando actividades de bajo impacto que ofrezca el destino).
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